lunes, 28 de abril de 2008

Dario Fo, cómico serio.


Dario Fo es, ante todo, un juglar. Sí, os parecerá extraño, pero en el siglo XX (e incluso en el XXI) existen los juglares. No es necesario volver los ojos a San Esteban de Gormaz o Medinaceli para rastrear a aquellos dos juglares que escribieron-recitaron los primeros versos del Cid. Podemos ir a San Giano, en Italia, y encontrarnos allí con Fo.

¿Qué se esconde tras el sincretismo de juglar cuando hablamos de Dario Fo? Intentaré aclararlo, aunque no es fácil. En primer lugar, compromiso con la realidad. Nada de lo que rodea al juglar le es ajeno. Es más, sus materiales están tomados de la observación directa de la realidad, de la viviencia de esa realidad. Si hablamos de Fo, esta vivencia está directamente relaciona con otro compromiso -o tal vez el mismo-: el compromiso político con la realidad. Las formas de acercarnos a lo que nos rodea son muchas. Dario Fo elige la percepción crítica, el análisis comprometido de los materiales que usa para sus representaciones. Ahora bien, precisamente por ser un juglar, este análisis, además de estar hecho desde una perspectiva crítica, lo está desde un punto de vista irónico. En efecto, Fo usa la ironía para evitar el discurso, para huir de lo panfletario, de lo moral... y para molestar.

¿A quién quiere molestar Dario Fo? Esto es fácil: a todos aquellos a los que asusta la ironía, pues la ironía presenta una realidad polimórfica que no se adapta a visiones maniqueas de la realidad. Cuando en 1997 la Academia Sueca concedió a Dario Fo el Premio Nobel de Literatura "por su multiforme actividad como escritor y por su compromiso social de actor capaz de dar voz al más débil" la Iglesia criticó duramente esta concesión. ¿Acaso hace falta mayor argumento para correr a una librería y devorar a Fo? No es extraño que la institución vaticana criticara el Nobel de Fo. Su obra Misterio bufo (1969) está formada por un conjunto de monólogos contra la sociedad y la Iglesia.

Pero no sólo el Vaticano y sus alrededores han sido objeto de las críticas de este juglar italiano. También la política. Más concretamente, el actual primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, aparece satirizado y criticado en L'anomalo bicefalo (2003).

Empecé hablando de la capacidad como juglar de Dario Fo. Quería dejar para el final el elemento definitivo para apoyar esta denominación: la facilidad para la improvisación. Improvisar no es hacer lo que se nos pase por la cabeza encima de un escenario, nada de eso. Improvisar es inventar, experimentar dentro de unos límites marcados por la situación dramática. Y aquí Fo es un maestro, os lo aseguro.

¿Que cómo lo sé? Ahora viene la envidia: el pasado sábado 19 estuve en el Gran Teatro de Córdoba viendo a Dario Fo, vivito y coleando, en persona, representando Rosa Fresca Aulentissima (e altre giullarate). Y os puedo decir que todo lo que he escrito ha sido visto y comprobado in situ. Crítica, ironía, humor, improvisación, limpieza de movimientos, dominio del espacio, uso perfecto de la voz... teatro en fin.

En Rosa Fresca Aulentissima (e altre giullarate), Dario Fo nos habla de la Commedia dell'Arte, modalidad teatral nacida en Italia, hecha por cómicos italianos que, gracias a la prohibición de actuar en su país, se vieron obligados a emigrar a toda Europa (en España es definitiva su influencia en el teatro de Lope de Vega y en la aparición de la Comedia Nacional) difundiendo así esta forma de hacer teatro. La Commedia dell'Arte se basa en personajes tipo: Arlequín (es un zanni, esto es, un criado pobre, hambriento y, por tanto, astuto), Colombina (una criada ingeniosa, hábil y astuta a la que la vida le ha enseñado a sacar provecho de todas las situaciones), el Doctor (hombre de edad respetable que, a pesar de sus ínfulas cultas, destaca más por su ignorancia revestida de palabras rimbombantes que por su erudición)... ¿Qué quiero decir con esto de personajes tipo? Pues que los personajes de la Commedia siempre se comportan de la misma forma dentro del escenario, sus acciones siempre están motivadas por las mismas causas y sus impulsos siempre apuntan hacia el mismo lugar, esto es, son previsibles en su actitud, no es difícil adivinar sus actos ni sus pensamientos. ¿Qué permite esto? Fácil, esto posibilita al actor improvisar a partir de esa personalidad prefijada y que, precisamente, el texto quede en un segundo lugar frente al gesto, al movimiento, a la entonación y a la interacción entre los personajes.

Dario Fo, en Córdoba, nos dio una clase magistral sobre Commedia dell'Arte y sobre grammelot. El grammelot es el dialecto creado por los actores de la Commedia que se vieron obligados, tras su expulsión de Italia, a actuar y hacerse entender en países con lenguas desconocidas para ellos. Así, comenzaron a utilizar un lenguaje que usaba los fonemas más frecuentes de cada lengua (inglés, español, portugués, ruso...) aunque no contenía ninguna palabra con sentido. Os puedo asegurar que el grammelot inglés suena a puro inglés y el francés a puro francés. La comprensión de la escena, por tanto, más allá del significado de las palabras, se basa en la capacidad gestual del actor. Es decir, teatro en estado puro.

Con Dario Fo tengo yo una relación especial. En mi penúltimo año de carrera representé Muerte accidental de un anarquista, un texto increíble de Fo con toques de vodevil, sátira, crítica social y cine de los hermanos Marx. Os dejo el principio de la obra. Ah, y aquí os dejo el enlace al texto completo de la obra que he encontrado en la internet.



Un despacho corriente en la jefatura central de policía. Un escritorio, un armario, algunas sillas, una máquina de escribir, un teléfono, una ventana, dos puertas.

Bertozzo

(Hojea papeles mientras se dirige a un sospechoso, que está sentado tranquilamente) Vaya, vaya... así que no es la primera vez que te disfrazas. Aquí dice que te has hecho pasar dos veces por cirujano, una por capitán de infantería, tres por obispo, una por ingeniero naval... En total te han detenido...veamos:..dos y tres, cinco... una, tres... dos... once veces en total, y con ésta, doce.

Sospechoso
Sí, doce detenciones. Pero le hago notar, señor comisario, que jamás me han condenado. Mi certificado de penales está limpio.

Bertozzo
No sé cómo te las habrás arreglado para escaquearte, pero te aseguro que ahora te lo mancho yo... ¡puedes jurarlo!

Sospechoso
No, si yo le comprendo comisario. Un certificado de penales que manchar le apetece a cualquiera...

Bertozzo
Muy gracioso. La denuncia dice que te has hecho pasar por psiquiatra, profesor ex-adjunto en la universidad de Padua. ¿Sabes que puedes ir a la cárcel por impostor.

Sospechoso
En efecto, si fuera un impostor cuerdo... pero estoy loco, loco patentado. Observe mi historial clínico: internado dieciséis veces, y siempre por lo mismo. Tengo la manía de los personajes, se llama "histriomanía", viene de histrión, que significa actor. Tengo el hobby de interpretar papeles siempre distintos. Pero como lo mío es el teatro verité, necesito que mi compañía la componga gente de verdad... que no sepa actuar. Además, carezco de medios, y no podría pagarles. He pedido subvenciones al Ministerio de Cultura, pero al no tener enchufes políticos...

Bertozzo
...te subvencionan tus actores. Que los explotas, vamos.

Sospechoso
Yo jamás he estafado a nadie.

Bertozzo
Si te parece poca estafa cobrar cien mil liras por consulta...

Agente
(Que está detrás del sospechoso) ¡Qué timo!

Sospechoso
Son los honorarios habituales de un psiquiatra que se respete, y ha pasado dieciséis años estudiando esa disciplina.

Bertozzo
Oye, pero tú, ¿cuándo has estudiado?

Sospechoso
Me he pasado veinte años estudiando, en dieciséis manicomios diferentes, a miles de locos como yo... día a día, y también de noche... porque yo, a diferencia de los psiquiatras corrientes, dormía con ellos... a veces con otros dos, porque siempre faltan camas. De todos modos, infórmese, y comprobará que mi diagnóstico de ese pobre esquizofrénico por el que me han denunciado era perfecto.

Bertozzo
¿También las 100.000 liras eran perfectas?

Sospechoso
Pero comisario... me he visto obligado, por su bien.

Bertozzo
¿Por su bien? ¿Es parte de la terapia?

Sospechoso
Por supuesto. Si no le llego a timar las 100.000, ¿cree que ese pobre desgraciado, y sobre todo sus familiares, se habrían quedado tranquilos? Si les hubiese pedido 20.000, habrían pensado: "No debe valer mucho, a lo mejor ni siquiera es profesor, será un novato recién licenciado". En cambio, así, se quedaron sin habla al oír la cifra, y pensaron: "¿Quién será? ¿Dios en persona?", y se fueron más contentos que unas pascuas. Hasta me besaron la mano... "Gracias, profesor", llorando de emoción.